apuntes NATURALISTAS
DESDE LA ROCA MADRE
| expedición |
Para hablar del descubrimiento de Vaca Muerta en la Patagonia argentina y la por entonces novedosa utilización del fracking, en 2011 el diario New York Times utilizaba una foto de Texas. Además, el artículo decía: “La fracturación hidráulica, conocida como fracking, ha suscitado una importante oposición en Estados Unidos y Francia debido a la preocupación de que los fluidos utilizados puedan contaminar las aguas subterráneas. Además, el proceso requiere grandes cantidades de agua, lo que supone un problema ya que muchos de los yacimientos se encuentran en regiones secas”.
Del otro lado del Atlántico, el diario El País titulaba: “Repsol YPF anuncia el mayor descubrimiento de petróleo de su historia”. También por esas fechas, El Mundo tuvo un corresponsal que recorrió la zona para contársela a los españoles. El autor, Ramy Wurgaft, escribía: “Si la Cuenca de Neuquén debiera tasarse por su riqueza paisajística, la verdad es que valdría poco o nada. Durante el recorrido que hicimos por la vasta hendidura con forma de tazón, que transcurre por el sur de la provincia de Mendoza, al este de la provincia de Río Negro pero sobre todo por la provincia sureña de Neuquén, no divisamos un solo autobús de turistas. El 70% de la cuenca que corresponde a Neuquén es la parte más fea de la Patagonia. No hay lagos ni cumbres nevadas; sólo colinas cubiertas de arbustos rastreros.”
Para el ojo que se asoma por primera vez, todo se ve similar: caños, hierro, alambrado, tubos. Luego de unas miradas, las diferencias se hacen visibles y esas marañas de manchones de grises sobre la tierra muestran sus diferencias. Son la punta del iceberg de lo que se agita por debajo.
En la jerga petroka ese escenario adquiere, irónicamente, terminologías biologicistas: son plantas para procesar, son cigüeñas, tótems o pinitos, según la intensidad que requiera el bombeo; o son anacondas, las enormes mangueras que transportan agua en el medio de lo seco.
Para el mismo ojo desprevenido, lo que hay alrededor puede verse como un manchón deshidratado, eso que llaman desierto, como si se tratara de un mineral sin vida, un campo de cartón. Pero la estepa patagónica en esta parte tiene mucho más que eso: hay jarillas, hay uñas de gato, hay guanacos que a veces se acercan a los pozos, choiques, tortugas, hay vacas, cabritos y caballos. Y aves que cruzan en su viaje migratorio. Y hay personas que viven ahí, que estaban de antes. Una vida que no suele asomar en los avisos institucionales de las petroleras.



“Cuando nosotros nos enteramos de que el fracking ya venía, empezamos a denunciar que no se podía generar otra forma de extracción sin la consulta al pueblo mapuche. Pero ya era tarde, o sea, las decisiones ya estaban tomadas”; dice María Piciñam, vocera de la comunidad Newen Mapu en la ruka de la ciudad de Neuquén, en el barrio Malvinas Argentinas. Hay catorce comunidades mapuche en la zona álgida de lo que llaman Vaca Muerta. Las más afectadas de todas ellas, por el lugar que ocupan, han sido: Lof Fvta Xayen (Tratayen), Lof Wirkaleu (Sauzal Bonito), Lof Kaxipayiñ (Loma La Lata), Lof Newen Kura (Rincón de los Sauces) y Lof Campo Maripe (Loma Campana). La consulta previa e informada es una de sus grandes demandas.
En junio se celebra el Wiñoy Xipantu. En el Lof Fvta Trayen, junto a unos pilares rojizos, geoformas que parecen gigantes fosilizados, varias comunidades mapuche se reúnen frente a la enramada para celebrar esa época del año en la que el sol comienza, luego de su camino más largo, el retorno. Lo que de un lado se ve como el comienzo del invierno, allí se celebra como la cuenta regresiva para la primavera y el verano.
El renacer de todas las vidas; un tiempo que nos incluye, no termina, sino que se renueva. Hay fuego, torta frita, mate y recibidas. Más allá cocinan unas carnes. Los anfitriones dan la bienvenida. Un micro grande llega de la ruka de la Confederación Mapuche de Neuquén hasta los pilares. A metros de ahí nace el Gasoducto Néstor Kirchner, el megaproyecto que lleva gas hasta Buenos Aires.

“Es cierto que no tenemos todos los elementos para los fogones, pero no se sientan ajenos, no sientan que molestan. Necesitan agua, la piden. Necesitan agua caliente también. Estamos para compartir todo lo que se encuentran sobre la mesa. Nuestros hermanos se están preparando ya para hacer el almuerzo”, dice Gilfredo Willipan al comienzo. Aprietan los seis grados bajo cero que sólo aflojarán al mediodía o en la cercanía de los fuegos desparramados por el suelo. Danzarán los más pequeños el choique purrun , se compartirá la comida, ceremonia mediante, el líder de la ceremonia dirá: “La naturaleza en este territorio no se renueva solamente para los mayores. La naturaleza no se renueva solamente porque es esta la naturaleza. La naturaleza se renueva para cada uno de ustedes que vive en la celebración, no puede ser solamente una responsabilidad ni una iniciativa ni una necesidad que tenemos nosotros para nosotros. Hoy esta naturaleza se está renovando en un lugar donde hay contaminación y a pesar de todo lo que hacen las petroleras. A pesar de que la rompen todos los días, la naturaleza sigue cumpliendo su rol de renovar sus energías. El saber de que aunque me estén matando seguir viviendo. Eso nos dice la naturaleza. Queremos revalorizar el rol que cumple la naturaleza. Nosotros somos los responsables de que eso que hacen los huincas, no ustedes, los huincas, los que vienen a destrozar, a llevarse mucha plata para su bolsillo, para poquitos bolsillos ,mientras ustedes y nosotros recibimos solamente contaminación. Entonces, una vez más queremos reafirmar la unidad de ustedes que tienen que tener que tener con nosotros”.
El altar tiene un manzano, una jarilla, y varias ofrendas más.
Los caballos van al galope para despertar a la tierra. La idea es que los cascos golpeen la tierra y la despierten. El tiempo natural es cíclico, no cronológico. Es un tiempo que nos incluye, no termina, sino que se renueva. La naturaleza no muere: descansa y vuelve a retomar su vida renovada. La vida continúa.
darle bomba
El fracking entra en la tierra y produce un golpe. “Le dan bomba”, dice la jerga.
Javier Grosso, un geógrafo del Observatorio de Sismicidad inducida, que nos atendió en la oficina/trailer que tiene en la casa. Un google earth lleno de marcas mostraba los años de conocimiento acumulado que les permitieron demostrar que en Argentina, a diferencia de Estados Unidos, los temblores que se han sentido fuerte en Sauzal Bonito se explican por las inyecciones de agua, arena y químicos y no por el segundo momento de aguas contaminantes que es cuando el desecho se envía a pozos sumideros, mil metros bajo tierra.
“No hay fracking limpio, no hay un fracking amigable con la naturaleza, no lo puede haber, no lo va a haber nunca, porque el fracking de por sí es generador de residuos e inyectados de residuos en la naturaleza”, dice Javier Grosso.
El 11 de abril de 2025 marca el tercer sismo en una semana en la región de Añelo. Desde el Observatorio informan: En el territorio de la provincia de Neuquén han ocurrido 18 sismos en lo que va del 2025, 13 de ellos están asociados a la extracción de hidrocarburos en Vaca Muerta , y solo 5 han ocurrido naturalmente en el área cordillerana.
Mirar el Google Earth a lo largo del tiempo permite ver en imágenes satelitales la evolución.
Las picadas se multiplican por toda la cuenca de vaca muerta. Son los caminos armados para que una camioneta surque la estepa y llegue por distintos lugares a los pozos, las plantas de tratamiento o algún lugar estratégico en medio de la polvorienta estepa. Por eso los guanacos se han ido desplazando hacia Auca Mahuida, en unos casos, y en otros comenzaron a tener el hábito de acercarce a las plantas, en donde encuentran agua. Tortugas, peludos, armadillos, los pobladores ya nos los ven.
¿Cuál es el desplazamiento de distintas especies? No hay estudios. Hoy solo puede reconstruirse por el relato de los pobladores.
En esa escala los diminutos vehículos van levantando polvo mientras avanzan en medio de la inmensidad dibujada por lineas rectas, invento humano si los hay. La planta de tratamiento de TGS (Transportadora de Gas del Sur) está a pocos metros del comienzo del gasoducto Nestor Kirchner. Unos kilómetros más allá comienza el verde del valle irrigado: se ven las parcelas y las fincas productivas, algo olvidadas en la narrativa del autoabastecimiento energético, que en esta parte de Neuquén queda bien por delante del autoabastecimiento de morfi.
A unos kilómetros de allí está el puesto de Martin y su familia, la comunidad Futa Trayen. En su comunidad lograron negociar para que les acerquen agua que pasan a metros de sus casas por las anacondas que llevan y traen para las empresas. En su huerta hay algo de alfalfa, maiz, y más allá, sus cabras.
de quién es el superavit
Para 2025 los cálculos del medio especializado Ecojournal dicen que la cantidad de camiones que transitan por la zona es el doble que el año anterior.
Si en el 2000 las exportaciones de hidrocarburos -que provenían de 4 cuencas distintas, convencionales- eran casi un quinto de las exportaciones totales del país (19%), hoy son un 12% en una linea que va para arriba desde el 4% de los años 2015, 2016 y 2017. Los barriles de petróleo exportados pasaron de promediar 55.000 barriles diarios en la década 2011-2020, a 110.000 barriles en 2022, 135.000 en 2023 y 188.000 barriles diarios en 2024.
La reversión de la balanza comercial energética es una cuenta que se mide en dólares. Un costoso éxito si lo comparamos con los valores de hace una década: del pico deficitario en 2013 (6902 millones USD, la importación muy por encima de la exportación), la cuenta dio positiva en 2025 -después de un pico deficitario de 2022-, 5667 millones de USD. Sobre el destino de esos dólares cuelga una pregunta: ¿van a incrementar las capacidades productivas de la economía o se supeditan a las estrategias de acumulación de los grandes actores, teniendo a la fuga como principal destino?
el pichiciego
Aparecen fósiles con facilidad. Uno incluso sirvió para argumentar a favor de la comunidad Futa Trayen. Diego Rosales, ahora werken de la comunidad, cuando niño encontró uno que hoy lleva su nombre. Pero hay otros, más. Siempre asoman. También, animales poco vistos, como el pichiciego. Los trabajadores suelen filmar en sus celulares, son investigadores silvestres, registros que no entran en los papers. Hay investigación biológica, pero no abunda. Las orientaciones van en sentido contrario.

rutas de vaca muerta
Las rutas provinciales por las que van y vienen los pesados vehículos del trabajo petrolero no resisten. Los camiones van despacito y los choferes ya son expertos en ir vadeando los cráteres. Otros tramos son directamente ripio aplanado que todos los días camiones van mojando para acondicionar. Cada tanto un cartel indica que algún desvío lleva a un pozo, pad o planta de tratamiento y aparecen las picadas, que son los caminos hechos solo para que las 4×4 pasen.
La ruta 8 y sus largos tramos de ripio, van conectando distintos pozos y plantas de tratamiento de una zona que hoy solo es de explotación convencional, luego de que un fallo judicial impidiera continuar con las fracturas y la explotación no convencional: el Parque Provincial Auca Mahuida.
Un camión de Drexell, la empresa de servicios vinculada a la familia Sapag, estacionado en el camino, da la pauta de que hacia allá, donde se ve pura inmensidad hay una planta. Discretamente de atrás sale un camionero, vejiga aliviada. Con verguencita se abrocha el pantalón y cuenta que transporta 30 metros cúbicos de flowback. Hace veinticinco años se dedica a esto, como toda su familia. “Quizás soy un bocón pero está todo mal lo que hacen. Yo vivo de esto pero también pienso en mis nietos”, dice. Conoce de adentro un punto crítico del fracking, invisible. Luego de fracturar con agua, arena de silicio y un conjunto de químicos para darle duro a la roca y que la presión haga salir la viscosidad que luego será petróleo y gas.
En Neuquén hay dos facultades: la de Ingeniería, donde se forman los ingenieros y los geólogos, y la de Ciencia del Ambiente. “Esto te lo digo pero no me quemes”, es común escuchar. Como la abrumadora mayoría aqui, prestan mucho servicio a las petroleras, hacen vivir a su grupo de investigación y a sus tesis de maestría o doctorado a través de los convenios que hacen con la empresa.
Llegar a la reserva provincial Auca Mahuida es una carambola que google maps no sabe resolver. Aunque se trata de un área natural protegida, dentro de ella hay 102 pozos convencionales. Las áreas protegidas han crecido en los últimos tiempos pero, a su vez, su creación permite detectar los extractivismos que rodean a cada proyecto. Donde nace un área protegida, brota un lugar para proteger, se trata, por lo general, de respuestas a territorios perdidos. Esta, en particular, fue oficializada en 1996. En el llamado Sur Global hay otros casos en los que las empresas petroleras han logrado cruzar la frontera proteccionista con diferente suerte: en el Parque Natural Yasuní, en Ecuador, en la Reserva Natural de Flora y Fauna de Tariquia, en Bolivia, en el Parque Nacional Lorentz, en Indonesia y en el parque nacional de las Cataratas Murchison, en Uganda.
estudiar el fracking
Los estudios de impacto del fracking comenzaron a surgir muchas veces desmembrados. Investigaciones de universidades que tomaron relevancia, y trabajos colaborativos, de hormiga, que requieren sistematización, paciencia y tiempo. Hasta el momento, desde el descubrimiento de la técnica, EEUU es el país que tiene dos top ten: es el país donde más se ha extendido el fracking y en el que más se ha estudiado su impacto. Durante años, organizaciones ambientalistas e investigadores advirtieron sobre los sismos. Ahora suman otro impacto avalado por la revista Science Advances que lo publicó: el consumo de agua, que por pozo aumentó de maneras inesperadas para los cálculos petroleros: 770 % por pozo desde 2011 a 2016. También las aguas residuales aumentaron exponencialmente en ese tiempo: 1.440 % .
En Argentina, el Observatorio Petrolero Sur desde 2008 sigue cada pisada de la industria y sus consecuencias en diferentes áreas. La pregunta que surge es natural. No se puede cerrar de un día para el otro el grifo de hidrocarburos. Pero tampoco se pueden evitar sus consecuencias. ¿Acaso hay alguna opción posible?
“Actualmente tenemos un modelo energético que genera grandes impactos, que es muy contaminante, y que reproduce desigualdades sociales del sistema económico. Entonces, si queremos tener políticas de transición energética, tenemos que cambiar estos tres puntos”, dice Felipe Gutiérrez Ríos, que trabaja y piensa en cómo recomponer la relación entre sociedad y energía. “Tenemos que acercar, a través de políticas de generación energética local, acercar esa relación”.
El enorme atraso que tenemos respecto de las energías renovables, y los ejemplos en el mundo -Uruguay con producción de energías verdes controladas por privados o el recule europeo en la descarbonización- desafían lo que la ciencia viene probando y midiendo sin impactar de lleno en la costumbre: la temperatura sube.
“Nosotros creemos que la energía es un derecho humano y, por tanto, tiene que estar gestionada de manera pública. Cuando aparece el discurso de la energía siempre se habla de dónde se produce, de qué tipo de energía se produce, pero muy poco de dónde están los consumos, de quienes se quedan con la renta energética, quienes son los ganadores de este modelo energético”, dice Felipe y completa: “Lo que sucede cotidianamente todos los años es que vemos gente morirse en sus casas por las malas instalaciones eléctricas debido a las conexiones ilegales, lo que le llaman la pobreza energética”, dice.
el retorno del lawen
El lawen es la medicina natural practicada por el pueblo mapuche. Propone una idea de sanación integral que toma de la tierra para curar en un sentido amplio, que incluye cuerpo y alma. Es un remedio del Wallmapu (Territorio Mapuche): plantas naturales y saberes entramados alrededor del agua, las piedras, las raíces, el cabello de un caballo o la pluma del ñandú. Una relación estrecha entre territorio, espiritualidad, salud.
Tiempos atrás, los integrantes de las comunidades tenían ese sistema de medicina natural organizado y lo transmitían de generación en generación. Luego de décadas de silenciamiento y arrasamiento (más el imperio absoluto de la ciencia occicental), hace algunos años distintos sectores comenzaron a trabajar para revalorizar esos conocimientos como parte del derecho de su pueblo. En distintos espacios de encuentro, especialmente integrados por jóvenes y mujeres, reviven esas memorias y un saber ancestral se fortalece. Crece una nueva dimensión política.
“Para nosotros la medicina mapuche tiene que ver con el fortalecimiento de la tierra, de lo que significa una tierra limpia, una tierra fértil, tiene que ver con el estar bien en lo físico, en lo mental y en lo espiritual”, dice María Piciñam en la ruka en el barrio Malvinas Argentinas, en Neuquén: “Esos tres elementos tienen que ir de la mano para poder concebirnos unas personas sanas y que tengamos salud. La salud para el pueblo mapuche se concibe con el equilibrio con la naturaleza. Si no tenemos un equilibrio con la naturaleza, no vamos a tener salud con ninguna forma posible”.
En todos estos años, las picadas han abierto camino en la meseta. A su paso dejan de estar las jarillas, las sanpas, los chañares. En todo este tiempo, las comunidades lograron negociar de diferentes modos, imponer ciertos reclamos, por el ejemplo, la exigencia de riego: “El regar todos los días impide de alguna manera que haya tanta tierra encima de las plantas y tanta tierra contaminada. Eso se pudo mejorar después de generar las condiciones. La comunidad exigió la remediación de esos lugares y con especies verdes replantar. No es ni ahí la solución, pero algo es lo que se genera. Siempre lo poco que se viene logrando ha sido por la movilización del pueblo”, concluye Piciñam.
Hay plantas, animales, hay un río, el Neuquén, que baja desde las montañas y atraviesa la zona, y geoformas, y vuelan cóndores y se esconden zorros tras las plantas. Múltiples formas de vida, además de los humanos, que recuerdan que esta región es mucho más que tubos y mangueras contra el viento.


